El primer peregrino de nombre conocido, que pasó por Tui, de camino a Compostela fue don Hugo, obispo de Oporto, fallecido en el año 1156. Le siguen
Alfonso II (año 1220), se cree que también Sancho II (1244), y Santa Isabel, conocida como "Raíña Santa", después de fallecer su esposo, el rey portugués don Dinís. Siguiendo las huellas de los peregrinos medievales que en el siglo XII comenzaron a dirigirse hacia Santiago, se pueden establecer las relaciones entre la ciudad de Tui y las tradiciones ligadas al culto al Apóstol Santiago.
Alfonso II (año 1220), se cree que también Sancho II (1244), y Santa Isabel, conocida como "Raíña Santa", después de fallecer su esposo, el rey portugués don Dinís. Siguiendo las huellas de los peregrinos medievales que en el siglo XII comenzaron a dirigirse hacia Santiago, se pueden establecer las relaciones entre la ciudad de Tui y las tradiciones ligadas al culto al Apóstol Santiago.
La Catedral de Tui
conserva un culto inmemorial al Apóstol Santiago. La tradición señala que el primer obispo tudense, S. Epitafio, fue su discípulo muriendo también martirizado. Desde los primeros tiempos medievales la Catedral contaba con una capilla dedicada al Apóstol, con altar e imagen propia citada ya en 1373. La primera referencia que se posee del culto oficial a Santiago en la Catedral de Tui, data de 1264. “Item mandat ad cooperiendum ousiam Sante Marie Virginis et Santi Petri et Santi Jacobi fde Petra CL morabetinos”. (testamento del Arcediano Fernán Yáñez).
conserva un culto inmemorial al Apóstol Santiago. La tradición señala que el primer obispo tudense, S. Epitafio, fue su discípulo muriendo también martirizado. Desde los primeros tiempos medievales la Catedral contaba con una capilla dedicada al Apóstol, con altar e imagen propia citada ya en 1373. La primera referencia que se posee del culto oficial a Santiago en la Catedral de Tui, data de 1264. “Item mandat ad cooperiendum ousiam Sante Marie Virginis et Santi Petri et Santi Jacobi fde Petra CL morabetinos”. (testamento del Arcediano Fernán Yáñez).
La Catedral, que se inició en la primera mitad del siglo XII, como iglesia de peregrinación, acogía a los peregrinos en su tribuna, donde podían incluso pernoctar. La Catedral contaba con una capilla dedicada al Apóstol Santiago. Actualmente, podemos contemplar el retablo realizado por José Domínguez Bugarín en 1696 con la representación de Santiago “matamoros” certificando la perduración de su culto en la Catedral, bien avanzado el siglo XVII. Otra representación del Apóstol se encuentra en las cajas barrocas de los órganos catedralicios, con las figuras a caballo de San Telmo y Santiago (Domingo Rodríguez de Pazos, 1714). Posiblemente por esta condición de iglesia de acogida de peregrinos la Catedral estaba dotada de un “Maior Turibulus” o botafumeiro, del que conservamos en el crucero las ménsulas decoradas con atlantes policromados.
La asistencia hospitalaria a los peregrinos que acuden al túmulo del Apóstol, está perfectamente representada en la ciudad de Tui. El primitivo hospital fue creado posiblemente en torno a 1181, junto a la Catedral, siendo obispo Beltrán. Fue reedificado en el siglo XVI por Diego de Torquemada. También se recoge la existencia de otro hospital en A Virxe do Camiño, construido antes de 1246 por Fernán Eans. En la ciudad de Tui hubo tres establecimientos dedicados a la atención de los peregrinos. Esto evidencia la importancia que tuvo en esta ciudad, el fenómeno de la peregrinación jacobea.
En la actualidad, peregrinar no es sólo recorrer el trazado de un camino físico. La peregrinación tiene un sentido y una riqueza espiritual y personal, que es necesario descubrir y, en ella, la hospitalidad asume una importancia particular. No es tan solo la existencia de un lugar físico, lo que el peregrino necesita. Esto es importante, pero es necesario mucho más. La hospitalidad debe traducirse por una acogida fraternal, en un ambiente de sana convivencia y diálogo entre todos, independentemente de sus credos, religión, nacionalidad o color de piel. Asi, la hospitalidad las cuatro paredes de un albergue y pasa a ser un proyecto de una localidad.
Por ello, un grupo de peregrinos, después de haber peregrinado a Compostela, y tras meditar acerca de cual podría ser su contribución al Camino de Santiago, desea constituir una cofradía en honor del Apóstol Santiago, cuyo fin pretende ser la hospitalidad cristiana en los itinerarios de peregrinación, en el área geográfica del Bajo Miño el Camino Monacal por la Costa, el Camino del Norte por Tomiño y el Camino Portugués Central por Tui.